El mundo de los seguros es muy complejo ya que existe una gran cantidad y variedad de pólizas y aunque básicamente puedan parecer lo mismo, no son iguales, por eso es muy importante leer la letra pequeña y saber qué es lo que realmente cubre nuestro seguro.
En Fincas Dueñas te explicamos cómo comprobar si tienes un buen seguro de hogar.
Tener una vivienda asegurada es garantizar la tranquilidad de que vamos a tener coberturas ante cualquier eventualidad o incidente, y dentro de las diferentes compañías y de los productos que ofrecen existen dos tipos de póliza principales:
- Póliza multirriesgo: en la que aparecen enumerados todos los riesgos cubiertos (incendio, fenómenos meteorológicos, agua, robo, etc.) con sus limitaciones y exclusiones.
- Póliza todo riesgo accidental: en este caso, la póliza cubrirá cualquier daño originado por algún accidente pero con excepciones, ya que este tipo de póliza cuenta con una franquicia que tiene alguna limitación pero tienen coberturas más amplias.
Lo más habitual en nuestro país es el Seguro Multirriesgo pero la mayoría desconoce que sobre este propio seguro se puede contratar de manera opcional la garantía del todo riesgo de accidental para obtener una cobertura mucho más amplia, ya que en este caso solo se cubren los siniestros corrientes sin aplicar franquicia.
Aún así, hay que saber bien cuáles son las limitaciones a las garantías adicionales, las franquicias o los daños mínimos indemnizables.
Una de las cosas más importantes que tenemos que comprobar es la valoración real y adecuada del contenido, haciendo un inventario de los bienes de nuestra vivienda y valorar correctamente el contenido que queremos asegurar.
Asimismo, hay que comprobar cuáles son los siniestros graves que cubren el seguro y si se incluye la posibilidad de poder estar en un hotel mientras se solventan los problemas o incluso poder alquilar una vivienda.
Otro dato importante a comprobar es saber cuál es el capital cubierto por responsabilidad civil, es decir, cualquier accidente que implique a un tercero.
Por último, resulta interesante contratar la reclamación de daños, pero en otro seguro específico, con el objetivo de poder reclamar contra la propia aseguradora en caso de discrepancia.